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viernes, 8 de marzo de 2019

MI ABUELO - Arer Tanol Justo

El éxito en la vida, no radica en alcanzar bienes materiales fuera de serie, como el dinero en abundancia, inmuebles, vehículo del año, fama, alta posición social. Más bien, se trata de obtener otros tipos de metas más realistas y prácticas, que encierren elementos que en verdad, satisfagan el corazón y el espíritu del individuo, lleno de un altruismo ejemplar, es decir, no actuar pensando en tenerlo todo para adentro, y nada para los demás. Trabajar para uno y a los que le rodean y también para el conjunto, para un bien común, en favor del planeta, que tanto lo necesita.

Un personaje que cumple con todos esos requisitos, precisamente lo conforma el Abuelo Justo Medrano Reynoso, una vida repleta de acogida, que a continuación vamos a describir. A decir verdad, habría que profundizar la mentalidad del abuelo, para entender el significado de cada uno de sus actos. Analizamos cada una de las facetas de su vida:

Una familia y una posición económica envidiable:

Por la calidad humana del abuelo, estoy seguro, de que cuando quiso formar su hogar, no pensó nunca, en buscarse a una muchacha adinerada para casarse, como era la abuela María. Simplemente, él, se enamoró de alguien, que por suerte sus padres tenían dinero. Fue el primer loteriazo, obtenido en su vida. A partir de allí, con mucho sacrificio, se dedicó de lleno a cumplir con su trabajo arduo y constante. Y por segunda vez la vida le otorga el segundo premio, que lo hizo alcanzar una enorme fortuna que todos conocemos. No creo, que el abuelo desde un principio, halla deseado hacerse rico, es la suerte que siempre lo ha acompañado.

Supo poner orden y disciplina a su familia, que incluía a sus hijos, a sus nueras y yernos. Quiso tanto a sus hijos que, permitió algunas exigencias pasadas de tono, en materia de propiedades, casi nunca se negó a dárselos, En algunos casos, hasta toleró el abuso y hasta el “despojo” de bienes materiales para el bien personal de alguno de ellos. Ese perdón de parte de él, hizo que las bendiciones de la vida, lo estuvieran siempre acompañando, en lugar de fracasar, el éxito iba ascendiendo.

Era tanto el amor que le proporcionaba a la abuela maría, que jamás pensó en rehacer su vida marital, pero, cuando lo quiso hacer, alguno de sus hijos, se negó a que se hiciera realidad. No pensaron en el abuelo, sino en ellos mismos, él, necesitaba humanamente, una compañía para no vivir en soledad. Es de suponer, que llevó una buena parte de su vida, en solitario, el cual es triste y desolado.


Un hombre altruista y benévolo:

El abuelo Justo, fue un honorable caballero, digno de elogios y aplausos. Mucha gente se acercó a él, para pedirle prestado dinero, a pesar de dejarle en prenda, documentos de inmuebles hipotecados, que se encontraban guardados en su caxá. Estos, nunca fueron embargados, por falta de pago de los deudores, que por cierto, eran bastantes. Siempre mantuvo esa grata generosidad en su mente y su corazón. Esa actitud, no lo empobreció, al contrario lo bendijo con creces.


El, no fue un fanático religioso, siempre tuvo en su corazón la fe inquebrantable de un Todopoderoso, acudía a la iglesia con cierta frecuencia, sin extralimitarse. Tan responsable, que obsequió a la parroquia del Primero Central, una generosa fracción de terreno para la construcción de la iglesia. Que en la actualidad, nadie agradece ni reconoce.

Un ser inteligente, y emprendedor:

Es increíble la capacidad emprendedora del abuelo, sin saber leer ni escribir, dotado de una inteligencia superior, a saber cómo le hizo, pero introdujo nueva tecnología y forma, a la elaboración del sombrero de palma, para que fuera más fácil su fabricación, mas agradable a los ojos, y mayor provocación en las ventas. Como son los casos, del uso de líquidos especiales para darle flexibilidad, blancura, la utilización de planchas metálicas que le dieran una forma atractiva, la aplicación de adornos llamativos. No se quedó atrás, la idea de vender el producto a México, Honduras y departamentos circunvecinos

Incansable, se le ocurrió introducir los buses de transporte de pasajeros, que luego se convirtió en una gran empresa. También hizo producir con sapiencia, la tierra, que la tenía en abundancia, con las siembras del maíz, frijol, haba, y árboles frutales como la manzana, durazno.


Sus descendientes jamás deben olvidar a ese gran señor, no sólo por la riqueza material que dejó, sino además, todas esas cualidades que hemos mencionado. En la historia deberá quedar grabado en el cielo, la gran época de “oro” de los Medrano Zacarías, principalmente en la década los 60 y 70. Es obligación nuestra, agregarle otros cualidades al Abuelo Justo, entre los que sobresalen: vestido de traje kiche’ antiguo, de jerga negra, siempre mantuvo una accesible humildad, muy puntual, libre de vicios, amoroso con sus nietos, aquellos niños de entonces. No se enemistó con nadie, excesivamente ahorrativo.


Yo, Frámelo, tuve la dicha de vivir, convivir, trabajar, cuidarlo en sus momentos de enfermedad, y jugar en el traspatio de su casa de la fábrica. Y últimamente, ha sido mi bastión y ejemplo a seguir, para caminar en estos senderos difíciles que la vida nos pone por delante. Nim laj maltiosh, Tanol Justo.



Bok’o, 15 de marzo 2019.

K’opoj K’isis


VOLVER A ANDAR...

Bueno:

Me miro en el espejo, y veo huellas faciales, mi sensible cuerpo igual al de mi abuelo, y al de mi padre, delgados.  Miro a mis hijos, caminan, hablan, hacen gestos y gustos idénticos a los míos, la forma de caminar, de hablar, de enamorar, hasta de llorar,   no se puede negar que no sean mi propia prole.  Estoy viejo, en una etapa de querer hacerlo todo, hasta de lo imposible, me he vuelto regañón, facilmente irritable, y me considero sabio, de conocer y de saberlo todo perfectamente, pero que al final de cuentas, termino definiendo cada cosa en su lugar, para culminar en que todos sabemos un poco de todo, y que debemos ser incluidos en la hora de repartir el pastel.  Lo malo es que en estos precisos momentos, la historia es otra, a nosotros los viejos, nos cosideran inservilbes, estorbos, máxime si no tenemos centavos guardados para dejarles como herencia, a los que vienen atrás.

Con esto abro la puerta nuevamente, para seguir apuntalando ideas que a lo mejor pueden cambiar la mentalidad negativa  de estas nuevas juventudes. 8-3-19.    K'K'