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domingo, 21 de agosto de 2011

2) BELLEZA NATURAL


LA FLORESCENCIA  DE LA NATURA TERRESTRE

RU K'OTZIJAL RECH  UWUCH ULEU

La belleza, y su compleja manera de entenderse, se definirán basadas en espacios donde prevalecen los valores externos e internos.   Incluir solo lo externo, como se está acostumbrado a verse ordinariamente, es una manera  aligerada y simplista del observador.   Ensalzar a todo lo “blanco”, y condenar a todo “lo negro” por ejemplo, sería una actitud a todas luces absolutista, por igual,  el requisito elemental para los concursos internacionales de belleza femenina sea a toda costa el ensalzamiento corposexual de la persona, donde  la dote intelecto-moral está totalmente descartado.
Como cosa primaria, debemos de conocer el motivo por el cual se ejecuta tal actividad,  ordinariamente se trata  del tipo lucrativo o vanidoso, son pocas las ocasiones que sean por una causa realmente conveniente y de servicio. Para no perder el tiempo en cosas vanas y triviales. 

Es trascendental  abrir la página sobre algunas ordenanzas de La Visión Cósmica de la Cultura Aj como lo dictan las leyes Cósmicas entre los que destacan el mandato de la  Universalidad que dice, el cosmos es un conjunto de materia que vemos y otra que no podemos ver, dispuestos en el  espacio infinito, el hombre pertenece a la especie de los seres vivos, por lo tanto no puede dejar de ser del sistema cósmico, el hombre nunca es superior al resto de sus congéneres.  El mandato de la Objetividad,  los abuelos no movían una pestaña, no sin antes saber a ciencia cierta que sea por una causa infaliblemente dadivosa, benigno personal y para el sistema, están fuera las superficialidades, voracidades, sectarismos.  Cada quien tiene su rol personal y global, porque se tiene derechos que exigir, pero también obligaciones que cumplir.
Al hombre no se le ha dado autorización cósmica de manipular a su antojo las presentaciones normales y lógicas del ecosistema, clonación de células, prótesis sintéticas, transmutación de alimentos naturales, explotación indiscriminada de la infraestructura terrestre.

“Lo florescencia  de la faz de la tierra”,  el título del tema que nos interesa significa  la hermosura de la cobija verde de nuestro planeta tierra,  y está compuesto de flora, y fauna, esta última   se subdivide en animales desarrollados, macroscópicos y microscópicos 
Por ende podemos concluir que la civilización milenaria Aj’, no tuvo por decoro jardines expuestos a sus ciudadanos, cuando existen otras directrices que se debe escudriñar que son de mayor preponderancia.
La jardinización moderna actual además de los monocultivos no son únicamente presuntuosos sino excluyentes, exclusivamente se da cabida según  criterio de los responsables sean bellos, exclusivos, exóticos para obtener la mayor cantidad de riqueza material, de sacarle el mejor provecho posible. 
Las flores y plantas ornamentales  de un jardín así como la grama decorativa de residencias o aquella que llenan los campos de fútbol de los estadios deportivos, como también las extensas zonas de siembras agrícolas, árboles frutales cuyas semillas embolsadas provienen de productos de  laboratorio procesados y malversados genéticamente  Son de una sola especie monocultiva que no permite el crecimiento de especies tradicionales, excluye a las otras normales de las cuales forman parte de una colosal variedad que recubre el orbe terrestre.  No termina la situación aquí, para mantener la  facha de esta animación,  es decir para continuar con esa aparente fastuosidad de las plantaciones se seguirá requiriendo de iguales agentes de probeta, abonos químicos, hormonas de sustento, venenos contra los indeseables bichos y bacterias.  Y termina el ciclo  fatal,  con la repercusión de la salud de los que habitan en las cercanías incluyendo al mismo hombre.  Desde que aparecieron en los nuevos  mercados  el resultado de estos cultivos, floristerías,  artículos de jardines, fruterías, alimentos vegetarianos, las sociedades menos contaminadas están empezando a padecer enfermedades que solo padecían países industrializados, entre ellos la más temible, el carcinoma.

La vegetación normal no solo  tiene  derecho a la vida, cumple con su rol dentro de esa inmensidad verde.  En principio colaboran en guardar el equilibrio ecológico del ambiente, sirven además de alimentos de seres que cohabitan en las cercanías, incluyendo al humano y los Aj’ lo ha usado de manera curativa y  mantenimiento de su halo energético.
Para la cultura Aj’, la bandeja verde es la vida, y la vida es Sagrada, es K’ajaw,  no solo merece respeto, sino se idolatra, porque por ella es que estamos vivos y sanos. Si tú quieres deleitarte con la Natura, basta con vivir en ella, o ir de paseo en medio del bosque para respirar aire puro y fascinarte de las inmediaciones, pedir permiso para  cortar y deleitarte con un  fruto o florcita de tu predilección.-   K’K’

domingo, 14 de agosto de 2011

1) MEDIO AMBIENTE


La idea es antigua, pero por diversidad de factores la apertura a la acción es reciente. Se ha ida dando acorde a mi edad natural, que madura como todo fruto pendiente del árbol,  que al primer vistazo no se ve nada edificado, tanto así que se aparecen los fantasmas de la depresión, de los arrepentimientos, y de la desilusión, al ver atrás culmina uno diciendo que ¡no  he hecho nada bueno!

Pero alguien dijo, que nunca es tarde, por eso es que aprovecho, este espacio personal, para colaborar con toda este inmenso océano de gentío que no saben quiénes son, qué están haciendo y hacía dónde se dirigen, principalmente para esas gentes que son igual y un segmento de mi,  formando la parte mas afectada de este in entendible mundo en el que compartimos.

La base fundamental al cual estoy sujetado, a quien le debo mi propia vida, está acoplado divinamente al pensamiento de la Visión Cósmica de la milenaria civilización Aj’ (maya), un valioso tesoro oculto para la inmensa mayoría,  despojado por unos cuantos, en general por personas con fines mórbidos y  aprovechado inteligentemente por una pequeña parcela que sigilosamente se ha ido acrecentando.

Agradecería a mis coterráneos que sufraguen con su contribución a este espacio, para hacerlo enriquecedor y que realmente cumpla con su cometido. Un llamado a todas las instituciones,  personas individuales, especialistas en cada materia, para conjuntar, discutir y concluir en algo sólido y certero. Los temas serán específicamente ligados a nuestra cultura, para  lograr consensos reales, comunales, al unísono de toda una civilización, para que dibujemos con claridad, el amanecer de la Civilización Aj’.
Ab’ishem,  vocablo kiche’, compuesto de dos palabras, precedido del sustantivo ab’ish que se traduce como una mata  de milpa, agregado al sufijo  –em,  nos da entender a un “Sembrador de Maíz”.  En esta ocasión no estaremos literalmente sembrando una milpa, se trata de una siembra de aspiraciones, de pensamientos, de buenas intenciones para que algún día próximo estemos cosechando una mejor existencia.

Abro la página con un tema que simple vista no tiene ningún sentido, cuya exploración profunda nos abrirá espacios interesantes y que aperturará otros senderos. 
El tema central para hoy, es El Jardín,  si para los castellanos el término implica: terreno en una casa en el que se cultivan flores, árboles de sombra o adorno,  basta con entrar al cerebro electrónico de una computadora y expondrá variedad de nociones.  Es vistosa la jardinización moderna de los israelitas, de los parques,  palacios y bulevares de las ciudades del mundo occidental.

Expongo  los siguientes entresijos que ampliará nuestras exposiciones:
Qué significaría para nosotros el término de jardín?
Nosotros los Aj (mayas), pertenecemos a una civilización propia, con una forma personal de ver la realidad, o sea que poseemos una identidad sui géneris.  Que no tiene nada que ver con las otras culturas con quienes convivimos rutinariamente.

Se tendría que conocer las leyes cósmicas, para sobreentender de lo  que estamos hablando.
Será que nuestros antepasados tuvieron jardinización?
Intervienen también terceras expresiones como la belleza, la vista estético, lo artístico, lo ideológico, y otros aspectos que se irán agregando en el trascurso del desenlace del  razonamiento.

Luego volveré a aparecer.-