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lunes, 13 de agosto de 2012

7) LOS MARCHISTAS DE GUATEMALA

LA SUPREMACIA DE LA VERDAD Y EL HONOR.
Un punto más sobre el firmamento, el tiempo camina inexorablemente, los sucesos de la vida vienen y se van, los éxitos ensalzan la estima mientras las frustraciones descuellan   las cicatrices.  Los marchistas rusos, chinos y otras potencias de estos juegos olímpicos celebrados en el otro lado del mar, regresan a sus hogares pendiendo la variedad de medallones sobre sus pechos, sería una desalmada decepción no volver a repetirlo.  Pero existen participantes de menor rango que estorban el camino de ese triunfo,  nadie levantará la voz si se les quita de enfrente, son gentes de segunda ralea.
Y así sucedió,  unicamente los que no han vivido las injusticias en carne propia se harán de la vista gorda.
No puede ser que existan tantas coincidencias, las tarjetas  de amonestación deberían de permanecer durante toda la carrera  y para todos los corredores, no fue de ese modo.   En la carrera de marcha en los 50 kms., para hombres y 20 kms., para mujeres, sólo estuvieron para el grupo perseguidor  detrás de los delanteros, porque para estos últimos y para los muy atrasados, nunca existieron.    Errar es de humanos, no puede ser que los yerros sólo  pueden observarse para el grupo en mención, mientras que para los europeos el recorrido fue en forma  exclusivamente perfecta, todos flotaban.  No se puede esperar otra cosa, si la fuerte apariencia “blanca”  de los jueces lo decía todo, quienes se olvidaron totalmente del virtual ganador, salieron a cazar inmigrantes mayas, incas, chilenos, colombianos, ecuatorianos.

Cómo parar la ignominia de la exclusión y el racismo, a diario lo sufrimos en nuestros mismos pueblos, llevamos más de 500 años esperando el cumplimiento de las promesas de las autoridades, somos unos maltrechos “indios” que nos utilizan cuando el caso lo amerite,  no existen esperanzas para nuestro desarrollo.  Para paliar el ambiente violento y controversial de nuestro diario vivir, decidimos participar, convivir deportivamente en esas tierras lejanas que se supone son “desarrollados”, pero para el peor de los casos  obtenemos un trato humillante, nos sacan a patadas de sus medios como pérfidos roñosos perdedores.
La valoración de nuestras personas, proviene únicamente de nosotros mismos.  Conocemos la importancia de la antigua historia, la profunda filosofía de la vida, lo sagrado de nuestros templos, el significado místico de nuestras montañas, ríos, la  natura y la fauna,   y el valor real del humano sabio, consiente y honesto, de la milenaria Civilización mesoamericana Maya, que no estamos muertos, aún permanecemos vivos y esperando el momento de nuestra manumisión global.

AT   POKOMCHI, AT  NIM  ALA, ERICK  BARRONDO

ERES UN  POKOMCHI, UN MUCHACHO GIGANTE ERICK  BARRONDO

Quijob Tz’i’, oxlajuj Yaxkin       (2012-08-13)

Atentamente,  jun  ajtzíb’  K’iche’

                                                                           K’opoj  K’isis
                                                                           K’isis13@hotmail.com